Se garantiza el pago de las indemnizaciones de las cuales pueda resultar civilmente responsable, por los perjuicios patrimoniales primarios ocasionados a terceros y debidos a errores propios o cometidos por personas de las que deba legalmente responder, en el ejercicio de su actividad profesional.

Cuando el objeto de la reclamación esté incluido en las coberturas de la póliza, también quedan garantizadas la defensa jurídica y las fianzas judiciales.